Tendencias actuales de la Lingüística



La teoría de los actos de habla es una de las primeras teorías en pragmática de la filosofía del lenguaje. Fue propuesta por John Langshaw Austin en su obra póstuma Cómo hacer cosas con palabras, publicado en 1962. Uno de los filósofos destacados en esta teoría junto con Austin, fue John Searle, el cual había retomado y continuado con el desarrollo de esta teoría. Por consiguiente, según lo establecido en el documento facilitado por la maestra, un acto de habla es un tipo de acción que involucra el uso de la lengua natural y está sujeto a cierto número de reglas convencionales generales y/o principios pragmáticos de pertinencia. Mientras que, el filósofo Searle considera que “un acto de habla es una situación que incluye a un hablante, un oyente y una emisión del hablante. Y un acto ilocucionario o ilocutivo es la unidad mínima de la comunicación lingüística. Para el filósofo, la comunicación lingüística incluye actos, y es así porque por sí solos, los ruidos y los signos escritos no establecen comunicación”.

Por otra parte, los filósofos Peter Strawson y John Searle consideran que "acto de habla" se refiere usualmente a lo mismo que se designa con "acto ilocutivo", término a su vez acuñado por John L. Austin en su obra Cómo hacer cosas con palabras. Este filosofo británico, establece que el "acto ilocutivo" se da en la medida en que la enunciación constituye, por sí misma, cierto acto, entendido como transformación de las relaciones entre los interlocutores o con los referentes. Un ejemplo de esta es cuando decidimos “lo haré” o “si, lo prometo” estamos realizando el acto de habla, es decir, la emisión del enunciado puede llevarse a cabo de forma oral o escrita. 

El acto de habla consta de tres niveles elementales:



También, los actos de habla se pueden dividir en dos tipos: actos directos e indirectos. Los actos directos son aquellos enunciados en los que el aspecto locutivo e ilocutivo coinciden, es decir, se expresa directamente la intención. Mientras que, los actos indirectos reflejan aquellas frases en las que el aspecto locutivo e ilocutivo no coinciden, por lo tanto la finalidad de la oración es distinta a lo que se expresa directamente.

Searle, quien siguió el análisis de Austin sobre los enunciados de acción o "performativos" y se centró en lo que aquél había llamado actos ilocucionarios (actos que se realizan diciendo algo), establece la idea de que varias oraciones con un mismo contenido proposicional pueden distinguir en su fuerza ilocucional, puesto que estas pueden estar presentadas como una aseveración, una pregunta, una orden, una expresión de deseo, entre otras variables que corrompen en nuestro lenguaje. Estas fuerzas ilocucionales se dividen de la siguiente manera:

-Actos asertivos o expositivos: el hablante niega, asevera o corrige algo, con diferente nivel de certeza. 

-Actos directivos: el hablante intenta obligar al oyente a ejecutar una acción. 

-Actos compromisorios: el hablante asume un compromiso, una obligación o un propósito. 

-Actos declarativos: el hablante pretende cambiar el estado en que se encuentra alguna cosa. 

-Actos expresivos: el hablante expresa su estado anímico.

Por otra parte, Austin plantea la teoría de “falacia descriptiva” estableciendo que no todo enunciado es verdadero o falso. Es lo que hace suponer que toda oración que tiene una función importante funciona como enunciado, lo que no es cierto, pues hay oraciones importantes que no constatan hechos. En ese mismo orden, este filósofo analiza un uso del lenguaje concreto y habitual, pero no descriptivo. Más bien, es un tipo de emisión que por su apariencia superficial parece un enunciado, pero no lo es, que ni carecen de sentido ni son verdaderos ni falsos: son comunes. Este concepto se asocia a las emisiones realizativas donde Austin establece que no son ni verdaderas, ni falsas ni sin sentido.

Por consiguiente, aunque es cierto que las emisiones realizativas no son ni verdaderas ni falsas, tienen ciertas circunstancias bajo las cuales pueden ir mal. La principal es que sea falsa. Las emisiones pueden ser afortunadas o desafortunadas. Por varias circunstancias, que son la dimensión de su carácter afortunado o desafortunado. Esto se llama teoría de los infortunios. Es el acto de habla que se da mediante la realización de un enunciado empleando de manera directa emisiones realizativas que no son ni verdaderas ni falsas, teniendo ciertas circunstancias bajo las cuales pueden ir mal o entendidas de diversas formas. Las emisiones pueden ser afortunadas o desafortunadas. Por varias circunstancias, que son la dimensión de su carácter afortunado o desafortunado. Sin embargo, los infortunios son las diversas maneras en que una emisión realizativa puede ser insatisfactoria. Por ejemplo: en el momento en que tropiezan dos personas en la calle y una de dice a la otra: “Disculpa” o “Lo siento”, se está ejerciendo una acción afortunada puesto que, ambas personas intervienen de la misma forma.





Hace referencia a una disciplina cuyo objeto de estudio es el discurso, esto es, el uso que de la lengua hacen los hablantes en unas situaciones determinadas. De este modo, la totalidad de enunciados de una sociedad, bien sean orales o escritos, se convierte en objeto de estudio. El empleo de este término, se debe gracias a Z. S. Harris (1952), el cual plantea una concepción diferente a como se entiende actualmente, pues con dicho término hacía referencia, desde los postulados del distribucionalismo americano, a la proyección de los procedimientos propios de la gramática estructuralista a unidades superiores a la oración.

Z. S. Harris


Los orígenes del análisis del discurso se hallan en los primeros estudios que traspasan la oración como unidad de análisis. Este nace con dos cambios de enfoque:


1.  El cambio de unidad de análisis de la oración al enunciado.

2. El paso de un estudio que toma la lengua en un sentido virtual, abstracto, a un estudio que toma como objeto de estudio las actuaciones concretas por unos interlocutores concretos.

Cabe resaltar que los primeros estudios realizados sobre el análisis del discurso, se llevaron a cabo en universidades anglosajonas. Estos estudios son centralizados en el análisis de la conversación. Por tal razón, esta disciplina se considera como uno de los principales factores fundamentales del discurso. De esta forma, el análisis del discurso es identificado con el análisis de la conversación, reservando el término de “discurso” en las producciones orales donde se lleva a cabo la implementación de textos. De todos modos, el objeto de estudio del análisis del discurso, ha venido a converger con el de la lingüística del texto, nacida en universidades de Centro Europa y cuyas primeras aproximaciones se hacen sobre producciones escritas, para las que se reserva el nombre de texto.

Por otra parte, el análisis del discurso puede ser entendido como una concepción de forma amplia para referirse al conjunto de disciplinas, cuyo objeto de estudio es el uso lingüístico de modo contextualizado. Entre las disciplinas que se encuentran dentro de esta teoría, podemos destacar las siguientes: la etnografía de la comunicación, el análisis de la conversación, así como la pragmática, la teoría de la enunciación y la lingüística textual.


Por último, el análisis del discurso se ha centrado en la enseñanza, teniendo influencia en la didáctica, unidades del programa, puesto que se habla de enunciados, textos, etc. Ha influido en la manera de enfocar el aprendizaje: la lengua se aprende usándola, lo que conlleva la necesaria contextualización de las prácticas de aula. El análisis del discurso se ha convertido en uno de los factores más eficaz en la interacción que se produce en el ámbito de la enseñanza, en el aula como microcosmos social.






Lingüística del texto o discurso son aquellas líneas de investigación que toman como unidad de análisis a los pasajes verbales que están más allá de la oración. Nos situamos entonces frente a lo que Benveniste denomina "el nivel del discurso" (1964: 128-9). Un texto o discurso es, en términos generales, cualquier pasaje oral o escrito que constituye una unidad global de significado en uso (Halliday & Hasan 1976: 1). Un texto/discurso manifiesta relaciones gramaticales, pero es una unidad semántica o, si se prefiere, pragmática. Por consiguiente, entre los teóricos más destacados de la Lingüística de texto se destacan Halliday, Teun Van Dijk, los cuales además de otros estudios se interesaron por las propiedades textuales analizando entre ellos fenómenos como la cohesión, conexidad y coherencia.

Halliday analizó los procesos de cohesión en el texto analizándolos como un conjunto de recursos funcionales que permiten que un texto sea un texto. Uno de sus grandes aportes se constituyó al proponer las relaciones de referencia, elipsis y sustitución, conjunción y cohesión léxica, identificadas como relaciones cohesivas básicas para lograr la textura de un texto como una unidad coherente y no una serie inconexa de términos. Durante su análisis recojemos algunos consejos como la necesidad de relacionar lo que se escribió antes con lo que se está leyendo, la sustitución de una expresión por otra o por cero, la sinonimia, repetición y colocación, así como también la identificación de la dirección del texto (anafórica y catafórica) y los tipos de relaciones conjuntivas (elaboración, extensión y ampliación). Otro aporte de Halliday es la distribución de la información dado (información conocida) y nuevo (información desconocida) que nos ayudan a analizar el funcionamiento de tema y rema en el desarrollo de un texto y su conexidad.

Por otro lado, destacamos los aportes de Teun Van Dijk. Sin duda, su mayor aportación fue la distinción de tres procesos para garantizar la coherencia global de un texto: la supresión, generalización y construcción y la demostración de que los estudios textuales no se limitan a las relaciones manifiestas entre diferentes oraciones, sino que también existen proceso cognitivos ligados a la asignación de significados a un texto como un todo homogéneo.






Gracias a las investigaciones realizadas a través del tiempo, se ha logrado demostrar la criticidad que debe poseer el maestro al momento de seleccionar la metodología a emplear durante el transcurso del proceso de enseñanza-aprendizaje. Desde una perspectiva en torno a la lingüística aplicada el docente debe cuestionarse ¿Qué enseñar? ¿Por qué enseñar? y ¿Para qué enseñar? con el fin de aportar al desarrollo de los planes curriculares a través de la respuestas de las mismas. Por esta razón, es de suma importancia conocer y practicar los enfoques: funcional, textual, comunicativo, gramatical, pragmático, etc, en relación a las diferentes competencias que se pretenden desarrollar en nuestros alumnos. A la vez, es necesario tomar los principales estudios lingüísticos que se han centrado en las funciones del lenguaje, aplicándolos en diferentes contextos según el hablante en conjunción con la enseñanza de la lengua. 

Un máster para enseñar con calidad el inglés como lengua ...
Los grandes cambios que ha experimentado la lingüística como ciencia, han emergido ciertos focos de interés con respecto a la didáctica. En el presente apartado nos enfocaremos en desarrollar los aportes de las tendencias actuales de la lingüística centrándonos en los enfoques de interés del aprendizaje y la enseñanza de la lengua, no en la teoría, sino en el desarrollo de destrezas lingüísticas que han surgido a través de la lengua. Para conocer más sobre el sentido que tiene la enseñanza de la lengua junto a los planteamientos lingüísticos, resulta de gran ayuda contemplar los diferentes cambios y el nuevo clima intelectual que se le ha atribuido a la lingüística en las últimas décadas, las cuales han desembocado en la atención del uso del lenguaje en contraposición a las investigaciones centradas en la gramática y en la descripción teórica de las estructuras lingüísticas.

Desde el punto de vista abstracto, gramatical y descriptiva se ha pasado a una perspectiva naturalista y realista ante los fenómenos comunicativos, por lo que es necesario acceder a los nuevos enfoques y herramientas para dominar nuevos conocimientos. Este clima intelectual-realista pide planteamientos pluridisciplinares, ya que en los hechos reales se hallan implicados aspectos que corresponden a la naturaleza compleja y los que derivan en diversas coordenadas de experiencias(aspectos sociales, psicológicos, culturales, patológicos y computacionales). La influencia de Saussure y el desarrollo del estructuralismo van marcando los comienzos del siglo XX y su influencia en el mundo pedagógico, encaminando sus métodos al estudio de la lengua hoy en día. Los principios estructuralistas en enseñanza, parte de la base de que la gramática consiste en una colección de estructuras que deben ser mostradas al estudiante, sobre todo, aquellas que difieren básicamente de su lengua nativa, por lo que la sintaxis será fundamental.


Naučíme deti kriticky myslieť? - Škola - Užitočná pravda - Pravda.sk

En estos últimos años, las innovaciones de la metodología y didáctica de la enseñanza de la lengua, se centran en situar al estudiante como foco y eje principal del proceso de aprendizaje, no obstante, los maestros comienzan a preocuparse en analizar cuáles son las necesidades de aprendizaje y de comunicación de los alumnos, así como: ¿qué deseos y qué expectativas tiene un estudiante antes de comenzar aprender una nueva lengua? Por consiguiente, se toman decisiones que afectan a la fijación de objetivos, programación de los contenidos a impartir y establecimiento de métodos dentro del salón de clases.

La lingüística juega un papel muy importante dentro de la enseñanza de la lengua, puesto que, a través de esta se pretende poner en práctica tanto la expresión comunicativa y escrita de cada uno de los estudiantes. Por tal razón, el docente debe hacer uso de diversas metodologías, las cuales les permitan mejorar la comprensión y producción de textos y propiciar un ambiente de comunicación efectiva tanto dentro como fuera del salón de clase.  La lengua es comunicación  y eso hace que posea una dimensión social, imposible de ignorar. El enfoque comunicativo plantea que la enseñanza de la lengua debe centrarse   en el desarrollo de las habilidades y conocimientos necesarios para comprender y producir eficazmente mensajes lingüísticos en distintas situaciones de comunicación.  Desde este enfoque, se propone enseñar la lengua partiendo de las macrodestrezas lingüísticas: hablar, escuchar, leer y escribir textos completos en situaciones comunicativas reales.





Referencia 

Cassany, D. (1997). Enseñar lengua. Barcelona, España: Editorial Grao.


Centro Virtual Cervantes. (1997-2020). Análisis del discurso. Obtenido de cvc.cervantes.es: https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/analisisdiscurso.htm 


Chiluisa Marcia Janeth, C. B. (11 de Marzo de 2017). LA LINGÜÍSTICA APLICADA A LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA. Ecuador: Universidad Técnica de Cotopaxi.

Gil, J. M. (1999). Introducción a las teorías lingüísticas del siglo XX. Madrid: Melusina .

Martín, G. B. (2012). El uso del juego dramático en el aula de lenguas: las destrezas orales. Madrid, España: Universidad de Alcalá.

Martín, G. B. (11 de Noviembre de 2014). La Lingüística aplicada a la enseñanza de las lenguas. Obtenido de es.slideshare.net: https://es.slideshare.net/Gabinoboquete/la-lingstica-aplicada-a-la-enseanza-de-las-lenguas 






Comentarios

Entradas más populares de este blog

Lingüística de Bloomfield

El círculo lingüístico de Praga: Trubetzkoy, Jakobson

Etnolingüística de Sapir y Boas